Nacho Hernando, viviendo su sueño en Estados Unidos

Nacho Hernando Angulo, Madrid, 11 agosto de 1993. Vivió 5 años en Logroño antes de mudarse a Estados Unidos. Ahora reside en Bay Shore (Nueva York). Milita en el Ferrer Sport Team

Aunque madrileño de nacimiento, por sus venas corre sangre riojana ya que su abuelo materno era natural de San Vicente de la Sonsierra. Nacho se ha criado en una familia vinculada a la aviación, donde hay pilotos, auxiliares de vuelo y controladores aéreos. Sin embargo Nacho no ha seguido la tradición profesional familiar, pero sí la de viajar.

A finales de 2005, cuando apenas tenía 12 años, Nacho se mudó a vivir a Logroño junto a sus padres y hermanos. No le costó adaptarse a la tierra de su abuelo y pronto encontró su pasión por el esquí en la Estación de Valdezcaray. Muy cerca de allí, en la aldea ezcarayense de San Antón, sus padres compraron una casa donde pasarían fines de semana y vacaciones practicando deportes de nieve y montaña.

En 2010, tras terminar la secundaria, Nacho decidió continuar sus estudios en Estados Unidos y así perfeccionar su inglés. Los tres primeros años los pasó en el New Hampshire Technical Institute, donde completó la carrera de Diseño de Exteriores. Allí conoció a su entrenador y mentor Tom Walton.

En 2014, la atleta olímpica Joanne Dow lo descubrió en una carrera de 5K en Concord (Hampshire) y le ofreció una beca completa para estudiar en la Southern New Hampshire University (SNHU). Es esta Universidad terminó las pasadas navidades la carrera de Dirección de Empresas mientras entrenaba atletismo a las órdenes de Nick Aguila.

Entre su extenso palmarés en Estados Unidos, destaca:
– ‘Deportista Mejor Valorado’ por la Concord’s Community College de 2012 a 2014.
– ‘Atleta del Año’ del estado de New Hampshire en 2013 y 2014.
– ‘Atleta del año’ de la Yankee Small College Conference en 2013.
– ‘Mejor Atleta de Cross’ de la Southern New Hampshire University en 2015.
– ‘Atleta de la Semana’ en la Liga Northeast-10 en 2016.
– Vencedor de la ‘Run on the Runway of JFK Airport’ en Nueva York en 2017.
– Primero de su categoría (9º en la general) en la Mount Washington Road Race en 2017.
– Subcampeón del mundo de cross con raquetas de nieve en Saranac Lake, NY, en 2017.

Tu pasión por correr la descubriste en España pero a ti te descubrieron en Estados Unidos.

Con tan solo 11 años, en la playa de Donosti, mi tío me vio correr y le comentó a mi padre que tenía cualidades para ello. Mi padre ya lo sabía pero no me quería forzar y dejó que lo descubriese por mí mismo. No fue hasta 2 años después de estar en América cuando mi madre me comentó que intentara que me becaran con el atletismo. Fue cuando me metí en NHTI (New Hampshire Technical Institute) y cuando conocí a Tom Walton, que es realmente mi maestro y quien me enseñó a correr y a amar el deporte y todo lo que eso conlleva.

¿Qué tal llevas tener lejos a tu familia para celebrar tus triunfos?

Es complicado muchas veces, pero somos una piña y yo lo siento en todas las carreras. Sobre todo cuando empiezo a sufrir en la carreras es cuando noto siempre ese apoyo. Pero me gustaría tenerlos cerca para darle todos esos triunfos y compartirlos con ellos al máximo en ese momento.

Tus victorias las celebras con una bandera de la legión española ¿Qué significa para ti la legión?

Pues como dicen “Legionarios a luchar. Legionarios a morir”. Es un lema que lo llevo en la sangre. No es pasión, es locura. Es lo que ha hecho centrarme cada segundo en todo el proceso que lleva llegar a una carrera fuerte, competir y el después de la carrera. Tenemos varios legionarios en la familia, desde Jesús Zaraoz hasta Jesús Graña, que nos acompaña desde el cielo. En nuestra familia nos hemos criado alrededor de todo lo que la legión conlleva.

Este año fuiste el vencedor de la ‘Run on the Runway of JFK Airport’ en Nueva York ¿Cómo es correr por la pista principal del aeropuerto JFK?

Alucinante. Cuando llegué allá me imaginé que correríamos por algún parking del aeropuerto, pero nos montamos en un autobús y nos llevaron a una de las pistas donde despegan y aterrizan los aviones. Cuando lo vi pensé que eso lo tenía que vivir al máximo, así salí primero y empecé a tirar hasta que llegó un momento que me di cuenta de que iba solo mientras un coche de policía pasaba a toda velocidad y los aviones despegaban y aterrizaban en otras pistas. Fue una sensación como si estuviese escapando de algo. La carrera era ida y vuelta en la pista, y en la vuelta tenía todas las vistas del skyline de Nueva York. Yo no quería que terminase esa carrera. Fue espectacular.

Sorprende que viviendo muy cerca de la ciudad de Nueva York no hayas participado en su maratón.

La distancia que hasta hoy he corrido ha sido 5k, 8k y 10k de cross. He hecho alguna marcha larga en Ezcaray, pero no en carrera. Sin embargo, en un futuro muy cercano, en octubre, correré mi primera maratón y será aquí en Logroño. Para estar arropado por mi gente y que mi familia me viera disfrutar con este deporte, mi primera maratón tenía que ser aquí. Iré acompañado del gran Miguel Ferrer y de Kike Fernández Pinedo, mi compañero del Ferrer Sport Team. Me encuentro muy motivado.

Las carreras con raquetas de nieve es una modalidad de cross poco conocida. ¿Cómo la descubriste?

La descubrí subiendo al San Lorenzo con crampones. Me di cuenta de que eso no doblaba y que el crampón no está diseñado para correr. Pero aún así, por cabezonería, subí y bajé corriendo hasta el punto de hacerme un corte en el gemelo con ellos. Pensé que tenía que haber alguna forma de correr más rápido por la nieve. No lo descubrí hasta llegar a New Hampshire cuando mi entrenador, Tom Walton, me invitó a participar en una carrera con nieve y me dio unas raquetas de nieve. Ya en el calentamiento de esa carrera, sin haber dado la salida, acabé con los tobillos destrozados. Sin embargo en esa carrera de 5k me gustó la experiencia. La segunda carrera vi que me movía muy bien, de hecho la gané, y a partir de ahí comencé a correr en los nacionales en América, donde quedé el tercer internacional. De esta forma me pareció una buena forma de hacer cross en la temporada de invierno, que no hay competiciones por el frío y la nieve que hay donde yo vivo. Era una forma de ponerme muy fuerte para la temporada de pista que empieza en abril.

El subcampeón del mundo de esta modalidad de cross es español y poca gente lo sabe ¿Cómo lo llevas?

Estuve entrenando un año para ese mundial con el objetivo de ganar y disfrutar de la experiencia. Fui con el patrocinio de Northeast Delta Dental y Ferrer Sport Center. Allí me junté con el equipo español donde me fueron informando de la élite con la que nos íbamos disputar el campeonato, como el campeón del mundo Joseph Gray. Salimos a 5’10” la milla, que es un ritmo espectacular, y el reloj empezó a pitar, así que decidí no mirar el reloj porque si no, no iba a terminar la carrera. Acabé destrozado pero segundo. Yo miraba al cielo y me acordaba de toda mi familia, de toda mi gente y de España porque fue una experiencia inolvidable la cual quiero vivir de nuevo el próximo año, en el entorno de Fuente Dé, en Picos de Europa, donde será el próximo Campeonato del Mundo.

El próximo año el Campeonato del Mundo de Raquetas de Nieve en España.

Hemos tenido la suerte de traer el evento a los Picos de Europa gracias al empeño de Oscar Sebrango que lo ha conseguido después de varios años proponiéndolo a la sede mundial de raquetas de nieve. En Picos de Europa un mundial va a ser espectacular y muy duro por la altura y el desnivel.

La relación con tu entrenador Tom Walton es especial

La relación con Tom, que es quien me enseñó todo de este deporte, es como de padre e hijo. Es una persona que me ha enseñado muchísimo en estos últimos años. Me ha ayudado junto con su mujer Deb de unas maneras increíbles, de manera que la relación con él es del hijo que no tiene en América y del padre que no tengo en América. Ha sido una persona que a mí me ha venido muy bien en todos los aspectos.

Con mi entrenador actual, Nick Aguila pasa más o menos lo mismo. He tenido mucha suerte con los entrenadores con los que he estado, desde Joanne Dow, que fue quien me descubrió, hasta Nick Aguila, que es quien me lleva ahora. Doy gracias a Dios porque lo es todo tener un buen entrenador que realmente ame el deporte y te enseñe a ti a amar el deporte que para mí es esencial.

¿Cuál es tu rutina de entrenamiento?

Sudar mucho y trabajar mucho. Estoy ahora mismo corriendo alrededor de 140 kilómetros semanales. Poniendo muchos kilómetros y kilómetros de calidad también. No quiero poner kilómetros que no me aporten nada, prefiero acortar la distancia pero que sea de calidad que no alargar y no sea de calidad. Hoy mismamente me han tocado 32 kilómetros en la Sierra de Ezcaray, haciendo montaña que la echaba de menos porque donde vivo no hay.

Los domingo toca hacer kilómetros, el lunes recuperar, el martes es intervalos, miércoles es también distancia, jueves es relajar, viernes es ahora para la maratón relajar también y el sábado son 8 kilómetros para soltar y prepararme para el domingo.

¿Eres disciplinado con el entrenamiento? ¿Cuántas veces te has saltado los días de descanso por una carrera?

Sí, soy disciplinado, no lo puedo negar. Hay veces que aunque esté muerto y tengo un entrenamiento lo hago porque al final sé que es lo que me va a hacer llegar a mis objetivos. Cuando empecé corrí 34 carreras en New Hampshire, o sea, estaba compitiendo todos los fines de semana. Era como mi entrenamiento. Mejoré muchísimo porque estaba empezando pero cuando empecé con entrenamientos más exigentes me di cuenta de que no podía competir tanto. Al final con la experiencia ya sabes lo que te viene bien y lo que no te viene tan bien, aunque a veces metes alguna carrera en medio.

¿Ves diferencias en el running popular entre España y Estados Unidos?

A nivel popular no. En las carreras populares de Estados Unidos tienes a atletas que les gusta el deporte, pero hasta cierto nivel, que prioriza otras cosas en su vida como la familia. En América las carreras populares tienen mucho tirón. En una carrera popular de 5k te pueden aparecer 3.000 personas. En esas carreras ganas con un tiempo de, por ejemplo, 15 minutos y la gente se piensa que eres un atleta olímpico, cuando el récord mundial está en 12’40”.

Hay también carreras semi-populares con atletas de élite a las cuales nos invitan, como por ejemplo en la carrera de Thanksgiving donde hay corredores profesionales haciendo marcas que no son ni medio normal. Son una gozada estas carreras porque puedes ver a que nivel estás.

La carrera popular al final es para disfrutar y pasar un buen rato alrededor de tus amigos. Luego hay mucha gente que se lo toma demasiado en serio y entonces les animas para que dé el paso a una carrera semi-profesional.

En España la tendencia del running popular es hacia el trail ¿Cuál es la tendencia en EE.UU.?

En Estados Unidos a la gente le encanta ir a una carrera popular de 5 kilómetros tirando de carrito con sus niños y luego echarse una cerveza con sus amigos. El ‘post party’, como nosotros le decimos, la fiesta de después de la carrera, es lo que a mucha gente le gusta.

En tema de montaña, sí que es verdad que desde el verano hasta la temporada de cross hay mucho nivel en todas las edades. En la carrera de Mount Washington en la que corrí, que es súper dura, había un corredor de 98 años que subió hasta el pico.

En general, en las carreras populares, tanto de asfalto como de montaña, encuentras corredores de todas las edades y la gente lo vive y lo hacen al estilo americano: a lo grande. Luego hay mucha gente que no sale a correr pero sale a animar.

¿Volverás a España?

Por ahora lo veo difícil porque soy un loco de disfrutar del momento y de las oportunidades de la vida. Estoy aprovechando todas las oportunidades que encuentro y las que no las busco debajo de las piedras. En América eso me está dando buenos resultados y estoy contento, estoy feliz y por ahora me veo allá viviendo mi sueño. En un futuro no sé lo que haré porque desde que estoy en América mi vida ha cambiado de un año a otro, tanto de lugares como de oportunidades. Pero por ahora mi vida está allá, en América, porque además allí está mi “familia” como les digo yo, ya que son siete años viviendo allá con ellos. En Nueva York no sé cuánto tiempo porque es un ritmo de vida que ahora me viene muy bien pero no me veo viviendo allá en el futuro.

Tengo un amor muy especial por mi tierra, por La Rioja, y por el norte de España, así que cuando pienso en el futuro y en asentarme lo veo muy claro, me veo aquí.

¿Cuáles son tus próximos retos?

La maratón de mi tierra, de Logroño, en octubre. Como he dicho, la primera tenía que ser en casa. Después el mundial de raquetas de nieve. Y lo más seguro la maratón de Bostón, mi segunda casa.

Depende como termine la maratón de Logroño seguiré entrenando para maratón o bajaré otra vez al 10.000. Meteré alguna carrera de cross porque es mi disciplina y de carretera porque también me muevo bien. La pista no la veo ahora mismo.

Ahora que me he metido en el mundo de élite y profesional puedo elegir mi calendario de carreras, no tengo un equipo que decida por mí; Ferrer en España y Millenium Running en América son equipos que no piden de mí más que el disfrute de lo que estoy haciendo y del momento.

Vídeo de la entrevista

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